Abrir este nuevo blog me está deparando más gratificaciones de las que pensé en un primer momento. Una de ellas es releer aquellos cuentos y novelas que, cuando era una adolescente, me impresionaron de manera vívida. Uno de estos relatos que forman parte de mí y que han influido en mi escritura, es ‘Carmilla’, del autor irlandés Joseph Sheridan Le Fanu (1814-1873). ‘Carmilla’, que por su extensión podría considerarse un cuento largo o una novela corta, es un relato de terror gótico con un subtexto lleno de alusiones al lesbianismo y la historia que inspiró a Bram Stoker para escribir su célebre ‘Drácula’,
Si uno de los atractivos principales de las historias de vampiros es la combinación entre muerte y erotismo, ‘Carmilla’ se adelanta a su tiempo de manera insólita para ofrecernos una vuelta de tuerca todavía más sugerente: la del vampirismo entre mujeres, un tabú para la época. ‘Carmilla’ no sólo es un relato escrito con una sensibilidad exquisita, que logra desasosegarnos con algunas escenas tan oníricas como terroríficas, sino que posee una atmósfera donde la lucha entre la atracción y la repulsa de los anhelos sexuales se convierte en el resorte del relato.
La pasión que se establece entre la Carmilla y Laura, la muchacha objeto de su deseo y que aloja en su castillo a la espectral invitada, deja entrever el conflicto de una fuerza sexual casi imposible de dominar. Ante los arrebatos de deseo de Carmilla, sus abrazos y besos «que inflaman las mejillas», Laura responde con una atracción que, al mismo tiempo, está teñida de aversión. La sexualidad está despertando (es una joven recluida en un castillo sin más compañía que la de alguna amiga ocasional, su padre y dos sirvientas), y la llegada de la ardiente Carmilla la subsumirá en un estado de desconcierto y ardor que Le Fanu logra transmitir con incitante maestría.
Abandonarse a la muerte
En ‘Carmilla’, la relación que se establece entre vampira y vampirizada se asemeja a la de los enamorados. Se abrazan, dan paseos cogidos del talle, se aprietan la mano con efusión… Pero la pasión está teñida de una crueldad inusitada, llena de egoísmo y maldad, porque, en última instancia, la víctima debe someterse a los deseos de la vampira y rendirse a su suerte para satisfacer el placer de su amante. En torno a esta relación, que consigue despertar nuestro interés más morboso, se va desarrollando la historia sobrenatural con todos los elementos clásicos de las historias de vampiros —castillo solitario, cruces, amuletos, luna llena, transformaciones en animales, pesadillas—, que forman parte del imaginario colectivo gracias a la popularidad de ‘Drácula’ y, sobre todo, a las posteriores adaptaciones cinematográficas.
‘Carmilla’ se publicó en 1872 y, casi treinta años más tarde, en 1897, vería la luz la famosa novela de Bram Stoker, donde se asimila la atmósfera creada por Le Fanu (que, a su vez, está inspirada en relatos como ‘La muerta enamorada’ de Théophile Gautier, publicado en 1836, y en el rico folklore popular) y se da un paso más allá en la elaboración de mito del vampiro, esta vez desde un punto de vista heterosexual. Sin embargo, aunque ‘Drácula’ es una de mis novelas favoritas, ‘Carmilla’ posee una capacidad única para arrastrarnos en su corriente erótica y malsana, consiguiendo algo muy difícil: aterrarnos y excitarnos al mismo tiempo.
‘Carmilla’ fue llevada al cine por primera vez en 1932, de la mano del maestro danés Carl Theodor Dreyer, que en ‘Vampyr, la bruja vampiro’ (1932) hizo una adaptación libre del relato de Le Fanu. ‘Carmilla’ fue publicada en la colección de relatos ‘In a Glass Darkly’.
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Hola Cecilia.
Me gusto esta historia que, como bien dices, es más un relatito que novela en sí. La tengo en una preciosa edición de ConFabulaciones.
Con esta obra, el autor trata el tema del vampirismo de un modo novedoso para aquella época, al establecer una relación de tipo lésbico-vampírico entre vampiresa y vampirizada.
Buena entrada y muy curiosa. Poca gente lee a Le Fanu. Yo hasta ahora, al menos, no lo he visto mucho por ahí
Un abrazo.
Gracias, Ana. Hace muchos años que leí este relato. Siempre me ha fascinado el terror gótico, y pocos autores consiguen una atmósfera tan sugestiva como la que crea de Le Fanu. Además, el tema de los vampiros es uno de mis preferidos, aunque siempre en los clásicos (no me convence ni Anne Rice ni Crepúsculo). Me parece importante reinvindicar a este autor, que forjó los pilares de un mito que se hizo tan famoso. Me alegra que te guste ‘Carmilla’. Una cosa más que tenemos más en común. Un beso y gracias por el comentario